En muchas ocasiones surgen dudas referentes a diversos temas, tal es el caso de estas excelentes preguntas que alguien que considero una buena amiga decidió hacerme y ahora comparto con ustedes un poco de mis respuestas, esperando que puedan servir aunque sea un poco en aclarar este tipo de circunstancias.
Uno de los valores que manejamos en Especialidades Juveniles dice: "Las preguntas son tan importantes como las respuestas.", sin lugar a dudas este es el caso de estas preguntas difíciles y con profundidad.
Recuerda que todo lo que comento tienes que juzgarlo (diakríno; examinar, separa o discernir), tal vez mis comentarios no sean los mejores, pero espero puedan servir aunque sea un poco para dar algo de dirección en medio de esto.
1.- ¿como haces para no sentir algo hacia esas personas, como no odiarlas o como no querer pasártela llorando por sus actitudes con uno?
Creo que tocas un punto clave acerca de como debería ser (el no sentir algo contra las personas) cuando nosotros salimos de algún lugar en medio de alguna situación difícil en la cual eres juzgado, acusado o rechazado de forma injusta.
Estoy convencido que la clave de esto es: Discernimiento; aprender a separar a la persona de las situaciones y actitudes.
Como seres humanos una de las áreas que más batallamos es con esto, ya que fuimos enseñados a hacernos nuestro criterio propio de una persona basado en como se comporta, cual es su forma de vida, o sus actitudes ante una determinada situación. Esto nos ha llevado a que mezclemos el Ser (la persona), con el Hacer (sus actitudes).
Pablo habla un poco de esto en Romanos 7, en donde menciona claramente la diferencia entre su ser (espíritu) y su hacer ( alma y cuerpo).
Rom 7:15 Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago.
Rom 7:16 Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena.
Rom 7:17 De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí.
Rom 7:18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.
Rom 7:19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.
Rom 7:20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.
En su espíritu (su ser) estaba el hacer lo bueno, pero era dominado por su carne (su hacer) de forma que su comportamiento no era lo que su ser quería, sino lo que su hacer lo obligaba.
Nosotros tenemos que aprender que la transformación que Dios hace dentro de nuestro hacer viene por medio de sujetar nuestra carne al Espíritu de Dios, lo cual es un proceso en el que la participación del creyente es solamente el ocuparse del Espíritu.
Rom 8:6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
Dios sabe perfectamente nuestra condición y ha separado nuestro Ser de nuestro Hacer, de forma que nuestro ser ha sido comprado y nuestro hacer (esto es nuestra carne) se va transformado día con día.
Cuando vemos a aquellas personas que nos han dañado por su hacer es difícil tener amor (ágape) hacia ellos, pero cuando vemos a la persona por su ser, haciendo una separación clara con sus acciones, entonces podremos amarlas incondicionalmente como fue el amor de Dios hacia nosotros.
2.- Cuando llegas a una iglesia y te parece buena, luego ves sus defectos ¿como haces para no vivir decepcionado de la obra que se debería de estar haciendo y mas bien hacen lo contrario? ¿Como logras no frustrarte al ver que tantas almas se están perdiendo porque alguien decide jugar a ser la autoridad?
Primero que nada me gustaría hacer una separación muy clara entre el termino iglesia y lo que es la congregación, por lo que recomiendo que leas mi articulo: "Ser Iglesia, Hacer Iglesia y el Congregarse".
Dentro de todas las congregaciones creo que podemos encontrar defectos, ya que están formadas por hombres, pero esta clase de decepción de la que hablas proviene principalmente de no comprender que la organización a la que hemos decidido llamar "congregación o iglesia" no viene de una estructura bíblica, sino de una estructura que se ha formado a través de los años y en su mayor parte influenciada por la religión católica.
En lo que llamamos "historia del cristianismo", la cual se da como materia en seminarios bíblicos, te das cuenta de como hemos sido influenciados en muchas áreas a través del tiempo, moldeando nuestras estructuras a esquemas que pudieran ser buenos o no, pero que a final de cuentas fueron formados y estructurados desde una perspectiva humanista.
Si comentas que estas congregaciones no están haciendo lo que deberían, sino lo contrario, hay almas que se pierden debido a que alguien a decidido a jugar a "ser la autoridad", es muy probable que sea porque Dios te ha dado Discernimiento de Espíritus (1a Cor 12:7-12).
Esta es la capacidad de entender y ver aquellas cosas que realmente provienen de Dios y aquellas que son meramente humanas, diferenciando claramente entre lo verdadero y lo falso o emocional.
Estoy convencido que este es uno de los dones que menos hemos sabido aprovechar dentro de la iglesia cristiana, ya que fue diseñado con el propósito de dar cierta dirección al liderazgo al momento que quien tiene este don se da cuenta que algo esta mal y se lo hace saber al líder o pastor de la congregación en la cual se encuentra, lo que genera un conflicto para quien tiene el don, debido al esquema de "autoridad" que los lideres han decidido tomar basado en esquemas humanos.
Sin duda Dios nos diseño como un organismo y como tal, la autoridad tiene un esquema completamente diferente al que conocemos (para entenderlo recomiendo los artículos: De la Autoridad al Servicio y La Ley Suprema).
Si Dios te ha puesto como parte de los que son centinelas del plan que Él tiene para su iglesia, el sentir esa frustración que sientes no es tan malo, ya que este estado puede producir un cambio dentro de nosotros a causa de la inconformidad que produce y esta inconformidad nos empuja a buscar la manera de realizar cambios.
Pero al mismo tiempo uno tiene que aprender a dejar esto en manos de Dios, cumpliendo uno mismo la parte que le corresponde, pero no llegando al grado de decepcionarse de la iglesia, ya que es la novia del cordero.
Si Dios te dio este don, Él mismo te ha dotado de la capacidad para saber manejar esta frustración llevándola a producir cambios positivos en medio de lo que vives.
Eze 3:17 Hijo de hombre, a ti te he puesto como centinela del pueblo de Israel. Por tanto, cuando oigas mi palabra, adviértele de mi parte.
3.- ¿como rayos logras ignorar lo que te llegan a hacer, lo mal que hablan de ti?
Aquí no es tan importante el ignorar lo que te llegan a hacer, sino comprender que propósito cumple esto dentro de tu vida.
Cuando alguien habla mal de nosotros, sin duda causa enfado, esto no es algo que sea incorrecto, sino que es una reacción natural de nuestro cuerpo ante las circunstancias que vivimos, el problema es cuando este enfado pasa a ser enojo y el enojo a convertirse más adelante en pecado (Efe 4:26).
El dominar nuestras emociones nos lleva a madurez. Cristo mismo se presenta como un Cordero que fue llevado al matadero y de su boca no salio queja alguna (Isa 53:7), pero al mismo tiempo se presenta como El León de la Tribu de Judá (Apo 5:5), creo que nuestro carácter tiene que ser moldeado a parecerse cada vez más al de Cristo.
En muchas ocasiones queremos ser solo leones, pero no aprendemos que también tenemos que conformar en nosotros el carácter del Cordero.
Así como Jesús y el Padre son uno, él desea que nosotros también podamos ser uno en ellos (Jn 17:21) y esto implica también la transformación de nuestro carácter.
No ignores las criticas o las falsas palabras que digan en tu contra, ya que te conforman a la imagen de Cristo y aprende a no tener frustración, sino dejar tus cargas en Él.
1Pe 1:13 Por eso, estén atentos y piensen bien lo que van a hacer, para que siempre hagan lo correcto. Confíen plenamente en que Dios los tratará bien cuando regrese Jesucristo.
Espero que esto poco que puedo compartir contigo te ayude a saber como pasar por esta situación a la que te enfrentas, sin duda esto es todo un proceso en el que Dios quiere usarnos para transformar a su amada, pero al mismo tiempo Él usa las circunstancias para conformarnos cada vez más a la imagen de Cristo.