Estamos comenzando un nuevo año, y en esta ocasión he tenido la oportunidad de presentar delante de Dios las primicias del mismo otorgando por completo el inicio de este de diferentes formas, pero dedicado completamente a Él y suministrándolo como ofrenda.
Creo que una de las mejores cosas que podemos hacer es entregar nuestras primicias a Dios, ya no bajo la ley como se muestra en Deuteronomio 26, sino como una ofrenda de agradecimiento por lo que Él ya ha hecho por nosotros y como nos ha bendecido sobreabundantemente en todos los aspectos de nuestra vida, empezando por hacernos pueblo suyo, sus hijos y coherederos juntamente con Cristo.
Al terminar este año no me quedo duda de que la mano de Dios fue evidente todo el tiempo, pero al comenzar este nuevo año después de haber entregado las primicias del mismo a Dios no me queda duda que lo que empezare a ver será Sobrenatural.
Siempre que leo la Biblia uno de mis libros favoritos es la carta a los Romanos que escribe Pablo, ya que ella está llena de enormes verdades que deben de estar siempre presentes en nuestras vidas y hay un versículo que me gusta mucho ya que me demuestra lo grande que es Dios para con nosotros y se encuentra en el capítulo 11, versículo 16:
SI LAS PRIMICIAS SON SANTAS, TAMBIÉN LO ES LA MASA RESTANTE; Y SI LA RAÍZ ES SANTA, TAMBIÉN LO SON LAS RAMAS. PUES SI ALGUNAS DE LAS RAMAS FUERON DESGAJADAS, Y TÚ, SIENDO OLIVO SILVESTRE, HAS SIDO INJERTADO EN LUGAR DE ELLAS, Y HAS SIDO HECHO PARTICIPANTE DE LA RAÍZ Y DE LA RICA SAVIA DEL OLIVO, NO TE JACTES CONTRA LAS RAMAS; Y SI TE JACTAS, SABE QUE NO SUSTENTAS TÚ A LA RAÍZ, SINO LA RAÍZ A TI.
En el contexto de este pasaje vemos como Pablo habla hacia los gentiles diciéndonos que Dios nos ha hecho participes de la gracia de Cristo para provocar a celo a su pueblo (si, tal vez fuimos hechos participes de esta salvación a causa de que el pueblo de Israel no quiso entender, ni recibir el regalo precioso que se le había dado, pero ¡Gloria a Dios que ahora somos parte de su pueblo!) y este pasaje habla precisamente de las primicias que es Cristo (1 Cor 15:20) y como este hace que también nosotros seamos hechos participes de la bendición ya que formamos parte juntamente con Él.
Después de esto nos recuerda cómo nosotros fuimos injertados como olivo silvestre en el olivo verdadero y esto nos hace participes de las bendición de la raíz siendo participes de la savia del mismo y dice que no te enorgullezcas de haber sido hecho parte de esto, sino que veas que la Raíz es la que te sustenta y no tu a la misma.
Que gloriosa revelación encontramos en este pasaje, Dios nos hizo parte de Él y de sus grandes bendiciones. ¡Este es el poder de las primicias!
Ahora otra cosa que me enseña este pasaje es que Dios es el que nos sustenta, es decir de Él recibimos toda clase de bendición tanto espiritual como material, y al inicio de este escrito les hablaba de cómo había decidido entregar las primicias de este año a Dios, al ver esto me doy cuenta que mi corazón tiene que estar en el lugar correcto, Yo no soy el que le está dando algo a Dios, ya que simplemente él es dueño de todo, sino que Él es quien nos ha dado toda clase de bendición y como agradecimiento le devuelvo los primeros frutos de lo que es suyo.
Este es el entendimiento real que debemos de tener de las primicias. No le estamos dando algo a Dios porque lo necesita, ni le estamos entregando algo para que nos dé más, sino que su amor es tan grande que él ya nos ha dado todo juntamente con Cristo y ahora somos participes de sus grandes bendiciones, por lo que podemos entregarle a él nuestras primicias en agradecimiento de su gran amor.
Cada mañana Dios hace nuevas todas las cosas y sus bendiciones son cada día, Dios quiera que podamos tener el entendimiento de entregarle a él nuestras primicias como agradecimiento por su gran amor.
1 comentario:
me encanta, el tema de la primicia, por que abre la puerta del gran Rey, para presentarle lo mejor de la primera produccion, que el mismo JESUS, nos dio para administrar y mostrarle, que todo lo que el hace por nosotro es bueno, agradable y `perfecta. bendiciones.
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