Sueños grandes, capacidad poca.

En cuantas ocasiones hemos sentido algún llamado de Dios, en el cual somos escogidos para cumplir una asignación especial, una meta ó un sueño dentro de su corazón, pero al vernos a nosotros mismos pensamos que jamás lo lograremos, que somos incapaces de cumplir esos sueños que Dios planto dentro de nuestro corazón.

Es normal que al examinarnos y ver nuestra capacidad nos demos cuenta que somos incapaces para ser usados por Dios, pero precisamente esto es parte del propósito de Dios como se muestra en el siguiente pasaje:

1Corintios 1:26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia. 30 Más por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención.

Es cierto, no somos los más capaces para poder ser usados por Dios, no somos los mejores para cumplir los sueños que Dios ha plantado en nosotros, pero no debemos dejar de lado que es Dios el que hace la obra y nos utiliza a nosotros como sus instrumentos, no es nuestra capacidad, no es que seamos los más indicados ó simplemente los mejores, es su presencia habitando en nosotros la que nos da todo para cumplir ese propósito de Dios para nuestras vidas.

Atrévete a soñar, atrévete a intentar cumplir grandes sueños, atrévete a ir mas allá, no te conformes. Dios te diseño para que cumplas su propósito por medio de él, no en tus fuerzas, sino en las suyas.

“Dios no llama a los capacitados… Capacita a los llamados”

Marcos Zaragoza <><