lunes, 22 de septiembre de 2008

NUESTRO TIEMPO.


MIL AÑOS, PARA TI, SON COMO EL DÍA DE AYER, QUE YA PASÓ; SON COMO UNAS CUANTAS HORAS DE LA NOCHE. ARRASAS A LOS MORTALES. SON COMO UN SUEÑO. NACEN POR LA MAÑANA, COMO LA HIERBA QUE AL AMANECER BROTA LOZANA Y POR LA NOCHE YA ESTÁ MARCHITA Y SECA. SAL 90:4-6

Sin duda alguna la vida del hombre en esta tierra es contada, de pronto esta y en un segundo ya no está. Pareciera que es como una llama de corta duración, la cual es avivada o cortada de acuerdo a lo estipulado por su creador, mientras hay obscuridad la llama brilla de tal manera que aleje esa obscuridad para dar paso a la luz que surge de esta flama, pero en el momento que un luminar mayor es encendido esta llama es cortada, ya que ha cumplido su función.

El salmo 90 sin duda alguna es un salmo que debe de estar presente constantemente dentro de la vida del creyente, ya que nos muestra la importancia del tiempo de vida del hombre.

Moisés el autor de este salmo se encuentra en el desierto con todo el pueblo de Israel mientras escribe esto y ve como uno a uno muere la primera generación de judíos que fueron liberados de la esclavitud en tierra de Egipto, para salir rumbo a la tierra prometida de Canaán.

La vida del hombre está asegurada por su creador mientras aun tenga un plan para esa vida, Dios nunca arrancara la vida de alguien sino hasta que haya cumplido el propósito para la cual fue destinada. Así que ahora cabe hacer la pregunta:

¿Te has preguntado cuál es el propósito para tu vida?

Aristóteles comentaba “Yo solo sé que no sé nada”… Mientras leo esta frase la cual se ha convertido en una de las frases celebres más reconocidas a nivel mundial, me pongo a pensar que en ocasiones esta es la condición de algunos de nosotros, solo sabemos que no sabemos nada, nuestra vida no lleva dirección alguna por lo cual no vemos cual es el propósito para nuestras vidas.

Por otro lado Pablo decía “Para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia. Fil 1:21”… Dentro de la vida de Pablo estaba claramente definido el propósito para el cual estaba en esta tierra, no estaba aquí para convertirse en el mejor apóstol de todos los tiempos, aunque sin duda alguna lo fue, no estaba para ser la persona con los mejores estudios, aunque también alcanzo esto, no estaba para ser uno de los mejores escritores de todos los tiempos, aunque lo fue, sino solo estaba aquí con un propósito: vivir para Cristo. Todo lo demás vino por añadidura… Así que ahora te pregunto:

¿Estás cumpliendo el propósito que Dios tiene para tu vida, o estas desperdiciando el tiempo cumpliendo el propósito que tú tienes para tu vida?

Espero que tu vida este caminando en el lugar correcto y puedas siempre estar consciente de la importancia de cumplir el propósito de Dios para tu vida y puedas decir:

ENSÉÑANOS A CONTAR BIEN NUESTROS DÍAS, PARA QUE NUESTRO CORAZÓN ADQUIERA SABIDURÍA. SAL 90:12

1 comentario:

Anónimo dijo...

HOLA SIN DUDA ESTE MENSAJE QUE COMPARTES ME HA HECHO PENSAR DEMASIADO.

TENEMOS UNA SOLA VIDA EN LA QUE DECIDES SI LA DEDICAS PARA DIOS O DESPERDICIAS EL TIEMPO....

NO SE QUE VA A PASAR MAÑANA PERO DE ALGO SI ESTOY SEGURA VOY A SEGURA SEGUIR TRBAJANDO PRA LA OBRA DE MI PAPI, NO SE QUE PASARA MAÑANA POR QUE SUS BENDICIONES SON NUEVAS CADA MAÑANA Y SIN DUDA PUEDO CONFIAR EN EL AUN CUANDO MAS DIFICIL SE PONGAN LAS COSAS.

TE QUIERO MUCHO.

DIOS TE BENDIGA.

CUIDATE MUCHO.