INDEPENDENCIA.

Sin duda alguna la independencia es una de las fechas más recordadas a lo largo de la historia de cada país, recordamos aquel día en el cual un pueblo que estaba sujeto a esclavitud mediante una lucha o batalla fue liberado de la misma y de esta manera paso a ser un pueblo en el cual ahora reina la libertad.

En México el 16 de Septiembre se recuerda el día de Independencia, realizándose el denominado grito en punto de las 0:00hrs, que consiste en el recordatorio del llamado que se realizo para que el pueblo se levantara en armas para tomar aquella libertad que les había sido quitada. Algunos de los nombres que se recuerdan por lo realizado en esta batalla de independencia son Ignacio Allende, Miguel Hidalgo, entre otros.

Si hasta ahora has leído esto te preguntaras, ¿Por qué te estoy hablando de esto? Bueno esto tiene una simple y sencilla razón que es la verdad del reino que quiero compartir este día contigo.

Hagamos una comparación entre la independencia de nuestro país y la independencia que ahora tenemos en Cristo.

La Biblia declara que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado (Juan 8:34), también dice que antes estábamos perdidos en nuestros delitos y pecados, pero menciona que ahora por medio de la sangre de Jesucristo somos libres de esta esclavitud ya que al igual que en la independencia de un país se pelea una batalla, se ha peleado una batalla para que nosotros pudiéramos tener esta libertad.

En el momento en el cual se peleo esta batalla fue cuando Dios mismo se encarno y vino a esta tierra como Jesucristo, Satanás pensó que había ganado la batalla, al momento en el cual logro mover los corazones de la gente para que le crucificaran, pero cuál fue su asombro ya que esto fue su derrota, dando buenas nuevas a los pobres, sanando a los quebrantados de corazón, trayendo libertad a los cautivos, dando vista a los ciegos, poniendo en libertad a los oprimidos, mostrando el año agradable del Señor, por medio de su sangre de Jesucristo la cual nos ha redimido de todo pecado.

Al igual que en una guerra de independencia, Dios trajo libertad a nuestras vidas y desea que podamos vivir en esta libertad que él nos ofrece. Cabe señalar que cuando hablamos de libertad del pecado, no hablamos del hecho de que seremos personas que no pequen, sino que no estaremos sujetos al pecado.

El creyente corre con la capacidad del Espíritu Santo que habita en él para poder vencer a el pecado, esto por medio de convertirnos en “Esclavos por Amor” de aquel que nos ha traído a libertad.

“¿Acaso no sabéis que, cuando os entregáis a alguien para obedecerlo, sois esclavos de aquel a quien obedecéis? Claro que lo sois, ya sea del pecado que lleva a la muerte, o de la obediencia que lleva a la justicia. Pero gracias a Dios que, aunque antes erais esclavos del pecado, ya os habéis sometido de corazón a la enseñanza que os fue transmitida. Rom 6:16-17”

Pudiera parecer irónico como antes éramos esclavos del pecado, pero ahora somos esclavos por amor de aquel que nos ha traído a libertad. No significa que seamos esclavos, sino que nos dejamos guiar y gobernar por Dios.

Así que aprovecha este 16 de Septiembre para agradecerle a Dios, su gran amor y la obra que ha realizado por medio de Jesucristo para traernos a libertad y si tu aun no tienes esta libertad pregúntame como escribiendo a marcos.zaragoza@gmail.com