lunes, 25 de junio de 2012

LOS PIES SOBRE LA TIERRA.

Hace un tiempo atrás tuve la oportunidad de compartir en una iglesia fuera de donde anteriormente había tenido la oportunidad de ir, en esta trate de compartir acerca de lo que me comentaron que debería ser el enfoque de la invitación que me hicieron, a lo cual fue un muy buen tiempo el que tuve con esa congregación desde mi perspectiva, pero al finalizar de compartir una adolescente que estaba sentada en la parte posterior del templo comento con un tono de enfado:

“Ahora ya van a saludarlo todos y a alabarlo diciéndole cosas bonitas nada más porque es famoso…”

Sin lugar a dudas esta joven no tenía idea de quien soy, porque no soy famoso, ni reconocido, ni pretendo llegar a ser algo por el estilo, pero efectivamente sucedió el efecto que ella predijo o esperaba que sucediera, de pronto tenia una fila de personas esperando poder saludarme y agradecer lo que había compartido con ellos.

A todo esto yo me lo tome por el lado bueno, pensando que en verdad Dios hablo a sus vidas por medio de lo que compartí, no viéndolo como una adulación sencilla y barata, pero llevo algunos años sosteniendo que toda critica en esencia tiene cierto grado de verdad , por lo cual en ese momento me quede pensando al respecto, ¿que es la parte de verdad en lo que esta joven comento?...

Pensando en ello llegue a darme cuenta que tal vez la critica no era tanto hacia mi persona, aunque evidentemente hablaba de mi, sino hacia la iglesia, sino ¿como supondría que sucedería este efecto?

Creo que en muchas ocasiones lo que tanto criticamos dentro del liderazgo cristiano como el hecho de que “se crean mucho”, “no tengan los pies en la tierra”, o cualquier otro termino que quieras utilizar para describir esta situación, es propiciado en su inicio por las personas que rodean a los líderes, que a final de cuentas su corazón se desvía en pos de la fama o reconocimiento, llegando a pensar que verdaderamente es por ellos y su “revelación”, “conocimiento” o cualquier otro factor por el que su mensaje lleva efecto.

En lo personal doy gracias a Dios por esta joven critica, porque en ese momento en medio de su comentario en son de ataque me hizo poner los píes sobre la tierra y no dejarme engañar en mi corazón pensando que lo hice por mi mismo dejando de lado la gracia y sentido del humor que Dios tiene al usarme.

Espero nunca perder el piso pensando de acuerdo a términos de hombre y no de Dios.

Por la gracia que se me ha dado, les digo a todos ustedes: Nadie tenga un concepto de sí más alto que el que debe tener, sino más bien piense de sí mismo con moderación, según la medida de fe que Dios le haya dado. Pues así como cada uno de nosotros tiene un solo cuerpo con muchos miembros, y no todos estos miembros desempeñan la misma función, también nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a todos los demás. Rom 12:3-5

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