Cansado de los títulos (Parte1)

En estos últimos días he tenido en mi mente mucho el porqué pareciera que para nosotros como creyentes es sumamente importante hoy en día el reconocimiento de los hombres.

Al ir conociendo ministros, siervos de Dios de diferentes partes me doy cuenta que aumenta de manera relevante el hecho de que nos hemos denominado a nosotros mismos Apósteles, Profetas, Pastores, Evangelistas, Maestros, Etc. Sin que Dios sea el que nos de este reconocimiento.

Primero quiero aclarar que no tengo nada en contra de estos ministerios los cuales se mencionan en la Biblia. El único problema es que estos son dados por Dios y no por hombres.

Hace algún tiempo me toco escuchar en una estación de radio (la cual aclaro que no es en la que participo) un spot de una “escuela de profetas” en la que en tan solo 2 meses te llevarías un grandioso titilo de profeta. También en estos días he estado visitando páginas de diferentes universidades cristianas en distintas partes del mundo, y al verlas me doy cuenta de cómo hay una lucha por lograr que nos llamen Apóstol, Profeta, Pastor, Etc. Como si fueran títulos como el de Licenciado, Ingeniero, Arquitecto, Doctor, etc. Siendo que no se pueden manejar de esta manera ya que estos no dependen de tu capacidad de estudios, sino del hecho de que Dios te ha constituido para servirle en alguna de estas áreas.

Para evitar confusiones me permito aclarar el hecho de que no tengo nada en contra de las escuelas cristianas o universidades cristianas, siempre es bueno el podernos capacitar para poder ejercer de una mejor manera nuestro llamado y de hecho debería ser una responsabilidad para nosotros el capacitarnos cada día más para servir a nuestro Dios. El punto aquí es el hecho de que si tú te gradúas de alguna de estas escuelas no necesariamente significa que eres un profeta, apóstol, evangelista, pastor, etc. Ya que eso depende de un llamado de parte de Dios.

Pablo en cada una de sus cartas las inicio de una manera peculiar mencionando que era apóstol no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el padre que lo resucitó de los muertos.

1Co 1:1 Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios.

Rom 1:1 Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios.

Gal 1:1 Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos).

Fil 1:1 Pablo, prisionero de Jesucristo.

Ahora mi pregunta aunque un tanto cruda seria ¿Estas sirviendo a Dios por llamado de Dios, o por llamado de hombres?

Este es un tema bastante interesante, que no quiero dejar a medias ya que aún hay mucho que decir para que puedas comprender por completo esta verdad del reino que te compartiré, simplemente te dejo esta primera parte, espera la segunda que te aclarara por completo como es el llamado de Dios y como son los escogidos para servir en su reino.