Sin los pilares sería imposible que una construcción pudiera mantenerse en pie, ya que estos se convierten en uno de los elementos básicos que trabajan en conjunto con el cimiento para poder mantener firme la construcción.
Cabe señalar que el cimiento es la parte básica e inicial de la construcción, sin el cimiento no se podría edificar la construcción ya que no tendría un fundamento alguno.
Dentro de la vida del creyente, así como en el trabajo ministerial (es decir el trabajo dentro del reino), la oración es uno de los pilares que permite que podamos transmitir el peso de la construcción hacia el cimiento el cual la palabra declara que es Cristo.
Isa 28:16 Por eso dice el Señor omnipotente ¡Yo pongo en Sión una piedra probada!, piedra angular y preciosa para un cimiento firme; el que confíe no andará desorientado.
Sin estar correctamente fundamentados en el cimiento, y sin tener el pilar de la oración dentro de nuestra vida, ministerio, etc. La vida cristiana, así como el ministerio se convertirá en una carga ya que estaremos construyendo sobre bases humanas, pero cuando la oración se ha convertido en ese elemento básico dentro de nosotros mismos sin duda alguna la vida cristiana y el ministerio será algo en lo que encontraremos bendición y descanso ya que estaremos construyendo con bases firmes.
1Co 3:10 Según la gracia que Dios me ha dado, yo, como maestro constructor, eché los cimientos, y otro construye sobre ellos. Pero cada uno tenga cuidado de cómo construye,
1Co 3:11 porque nadie puede poner un fundamento diferente del que ya está puesto, que es Jesucristo.
1Co 3:12 Si alguien construye sobre este fundamento, ya sea con oro, plata y piedras preciosas, o con madera, heno y paja,
1Co 3:13 su obra se mostrará tal cual es, pues el día del juicio la dejará al descubierto. El fuego la dará a conocer, y pondrá a prueba la calidad del trabajo de cada uno.
1Co 3:14 Si lo que alguien ha construido permanece, recibirá su recompensa,
1Co 3:15 pero si su obra es consumida por las llamas, él sufrirá pérdida. Será salvo, pero como quien pasa por el fuego.
Busca estar fundamentado en el lugar correcto, busca mantenerte en la sana doctrina, el partimiento del pan y las oraciones, de esta manera sin duda alguna tus obras no se quemaran, sino que recibirás tu recompensa.